Se ha producido lo que temíamos: El pasado viernes, 19 de Mayo, el pleno del Concello de Vigo aprobó el PXOM. Estos son los ediles que dieron su voto a favor del citado plan:
Corina Porro Martínez
José Manuel Figueroa Vila
Javier Guerra Fernández
José Manuel Iglesias Carrera
Lucía Molares Pérez.
Ignacio López-Chaves Castro.
María Soledad Polo Lima.
Carlos Comesaña Abalde
Antonio Coello Bufill
José Manuel Couto Pérez
Marta Iglesias Bueno.
Xavier Toba Girón
María Xosé Méndez Piñeiro
Margarida Rosa Martins Vilanova
Amador Fernández Fernández
Henrique Viéitez Alonso
Silvia Bermúdez Pérez
Manuel Soto Ferreiro
Xulio Alonso Vázquez.
No hacemos distinción entre los partidos a los que pertenecen, pues todos han hecho lo mismo: perpetrar contra los ciudadanos de Vigo la aprobación de un Plan cuyo único y verdadero fin es proporcionar al gran capital especulador el terreno necesario para poder llevar a cabo sus grandes negocios. A éstos que habéis permitido este monumental engaño os decimos que no olvidaremos jamás el daño que nos habéis causado. A aquéllos que estáis esperando para echaros sobre la gran tarta que estos señores os han preparado os decimos: ¡Cuidado!, Recordad Marbella y Lugo y lo que falta por salir a la luz en tantos otros lugares. Nada de lo que en estos sitios ha sido descubierto se acerca ni por asomo a la cifra de negocio que se baraja para Vigo en los próximos años. Pondremos todo nuestro empeño en que la verdad se sepa, no lo dudéis
Quizás algún día sea posible que se instaure una nueva moral en la política que permita que personas como vosotros sean procesadas por cosas como éstas. Tal vez si los políticos tuvieseis que responder con vuestros bienes o con la cárcel por los atropellos y negligencias que cometéis, entonces os lo pensaríais más antes de actuar. Tal vez así, el poder político no sería tan atractivo y dejaría de ser una profesión bien renumerada para convertirse en una vocación de servicio. A un ingeniero se le procesa si se le cae un puente que ha diseñado. A un médico, también, si se demuestra que ha fallecido alguien por una negligencia suya. ¿Por qué no se procesa a los políticos que autorizaron las licencias del piricoto, de los apartoteles de Samil y tantas otras obras declaradas ilegales? Ahora somos los ciudadanos quién tenemos que pagar vuestras meteduras de pata, ¿Por qué no las pagáis vosotros con vuestros bienes personales?. ¿Acaso no es culpa vuestra?
Entretanto, esperamos y anhelamos que se produzca ese cambio, y seguimos elaborando nuestra lista, que no para de crecer, para cuando llegue el momento, utilizarla.
Corina Porro Martínez
José Manuel Figueroa Vila
Javier Guerra Fernández
José Manuel Iglesias Carrera
Lucía Molares Pérez.
Ignacio López-Chaves Castro.
María Soledad Polo Lima.
Carlos Comesaña Abalde
Antonio Coello Bufill
José Manuel Couto Pérez
Marta Iglesias Bueno.
Xavier Toba Girón
María Xosé Méndez Piñeiro
Margarida Rosa Martins Vilanova
Amador Fernández Fernández
Henrique Viéitez Alonso
Silvia Bermúdez Pérez
Manuel Soto Ferreiro
Xulio Alonso Vázquez.
No hacemos distinción entre los partidos a los que pertenecen, pues todos han hecho lo mismo: perpetrar contra los ciudadanos de Vigo la aprobación de un Plan cuyo único y verdadero fin es proporcionar al gran capital especulador el terreno necesario para poder llevar a cabo sus grandes negocios. A éstos que habéis permitido este monumental engaño os decimos que no olvidaremos jamás el daño que nos habéis causado. A aquéllos que estáis esperando para echaros sobre la gran tarta que estos señores os han preparado os decimos: ¡Cuidado!, Recordad Marbella y Lugo y lo que falta por salir a la luz en tantos otros lugares. Nada de lo que en estos sitios ha sido descubierto se acerca ni por asomo a la cifra de negocio que se baraja para Vigo en los próximos años. Pondremos todo nuestro empeño en que la verdad se sepa, no lo dudéis
Quizás algún día sea posible que se instaure una nueva moral en la política que permita que personas como vosotros sean procesadas por cosas como éstas. Tal vez si los políticos tuvieseis que responder con vuestros bienes o con la cárcel por los atropellos y negligencias que cometéis, entonces os lo pensaríais más antes de actuar. Tal vez así, el poder político no sería tan atractivo y dejaría de ser una profesión bien renumerada para convertirse en una vocación de servicio. A un ingeniero se le procesa si se le cae un puente que ha diseñado. A un médico, también, si se demuestra que ha fallecido alguien por una negligencia suya. ¿Por qué no se procesa a los políticos que autorizaron las licencias del piricoto, de los apartoteles de Samil y tantas otras obras declaradas ilegales? Ahora somos los ciudadanos quién tenemos que pagar vuestras meteduras de pata, ¿Por qué no las pagáis vosotros con vuestros bienes personales?. ¿Acaso no es culpa vuestra?
Entretanto, esperamos y anhelamos que se produzca ese cambio, y seguimos elaborando nuestra lista, que no para de crecer, para cuando llegue el momento, utilizarla.